Siguió el descenso y los cerros comenzaron a mostrar sus vestidos de rocas y minerales. Rojizos, amarillentos, un extraño verde o azul parecido al petróleo…y el conjunto de todos ellos se da finalmente en Purmamarca. El pequeño gran pueblo del cerro conocido como “Siete Colores”. Los álamos, sus calles, la feria y al fin el almuerzo. Probamos milanesas y estofado de llama; un gusto más o menos similar a las tradicionales de vaca.
Llegamos al tramo final al retomar la Ruta 9. Una parada más y breve en Volcán, en una vieja estación de tren utilizada ahora para feria de tejidos y prendas. Viajando de noche con destino a San Pedro de Colalao. Esperaba un asadito de cumpleaños y el fin del viaje
'De ahí en más, el regreso lento al pago. Al de allá y al de acá…a Tucumán y a éste de Buenos Aires, en donde termino de escribir esto. Porque son mis pagos al fin de cuenta los dos. Lo decía bien don Atahualpa Yupanqui al terminar sus coplas:
Malhaya con mi destino:
Caminar y caminar.
Siempre andoi por todas partes
Siempre vuelvo a Tucumán.'
(Pablo del Pozo)
1 comentario:
Muy bueno muchachos, esta bueno esto de relatar las aventuras sobre dos ruedas. Para cuando la siguiente?.
Un solo error quiero marcar soy Jose TeveS no Jose TeveZ, y no tengo nada que ver con carlitos "Tevez", jejeje
Saludos. Jose
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